Es una escultura inaugurada en 2007 que homenajea a la mujer, a sus poderes de renovación y de resistencia, guardadora de las culturas y de la continuidad del género humano. Más que una escultura en el sentido técnico y artístico de la palabra, es un tótem de 4 metros de altura, inmóvil y gigantesca, de dos toneladas de bronce. Se trata de una obra realizada por el escultor y pintor contemporáneo local Saülo Mercader, que ocupa el espacio central de la glorieta de acceso desde Villafranqueza.
Se trata de una escultura que homenajea la tradición musical histórica de San Vicente del Raspeig, La obra, compuesta por dos figuras de más de dos metros de altura, fundida en bronce, muestra un saxofonista y a una chelista, que con una postura de armonía, muestra la cara más profunda de la música. Una composición escultórica, sencilla y elegante que invita al viandante a la reflexión, humanizando un pedazo de ciudad. La obra se comporta como elemento de enlace entre la calle y el ciudadano, situada en la Plaza Ascensión Guijarro. Es obra del escultor Vicente Ferrero, a igual que la escultura de la Mujer Bordadora de la Calle Mayor.
Situada en la Calle Mayor, esta escultura situada en el inicio de la Calle Mayor. Es obra del escultor Vicente Ferrero y tiene como finalidad homenajear a las mujeres bordadoras que sacaron a delante la economía cuando no habían tantos recursos.
Esta majestuosa fuente da la bienvenida al visitante del municipio mediante un juego de luces y agua, situada en las inmediaciones del parque Juan XXIII.